Oye mamá, el susurrar del río,
Oye mamá, el cantar del pajarito,
Oye mamá, el viento cómo silba,
Oye mamá, el llanto del niño.Mira mamá, el tiempo ha cambiado,
ya no hay paz como cuando yo era chiquita.
Mira mamá, hay cada vez más miseria,
el pobre es más pobre que cuando yo era chiquita.
Mira mamá, ¡hay tanta violencia, no hay igualdad, ya no se ama como antes!¿Sabes, mamá, qué es lo más hermoso?
¡Es que nuestro amor no ha cambiado!,
Ni cambiará, ¡porque madre sólo una hay!Dios te bendiga, madre querida,
por enseñarme a amar
y aprender a escuchar al río,
cuando viene calmado o con furia.
Raquel Juárez, Guatemala