Con admiración
Miro a mi gente humilde
De corazón y vestuario
Sus casas de barro
De lámina o cartón
Trabajan comprometidos
Cada día sin importarles
Inclementes dolores
De la vida dura
Compromiso de darles una mejor formación a sus hijos
Cumplir contra viento y marea
Todos sus compromisos
Para sus seres queridos
Aun si sus derechos humanos son violados
Y que únicamente la sociedad alta les grite
Que tienen que cumplir con sus obligaciones,
Sin importarle que se roban el dinero del estado
Y mi gente sigue
Con la frente en alto
Con todas sus fuerzas
Viendo con esperanzas de un nuevo cambio
En una sociedad de igualdad
Donde el rico ame al pobre y el pobre al rico
Raquel Juárez, Guatemala